lunes, 24 de mayo de 2010

¿quién es?

Llevo algún tiempo tratando de definir qué es un amigo.

Dicen por ahí que es alguien que conoce lo malo de ti y todavía te quiere. Potenciándolo un poco, tu mejor amigo es alguien que conoce lo peor de ti y aún así te quiere… y cada vez un poco más.

Pero la realidad es que “amigo” es una de esas palabras que usamos con toda la ligereza del mundo.

Para mí, hay ciertas características que alguien debe cubrir para ganarse el título. A saber:

  1. Lo ya dicho. Ver lo peor de ti y querer incluso eso. Verte llorar, equivocarte, caerte, perder el estilo, tirar la toalla (y la corona) y seguir ahí. Darte un hombro, un abrazo. Tenderte la mano, ayudarte a volver a empezar. Enseñarte a reír de tus propios errores y a recordar que eres mucho más grande que ellos. Y entonces, después de que eso suceda, ganarse un lugar para vivir lo mejor de ti.
  2. Latirte siempre en el corazón. No importa el tiempo, la distancia, el silencio, la ausencia a veces necesaria. Aún así, siempre hay un momento, una imagen, algo que lo hace presente y cuando finalmente te encuentras, parece que no te fuiste nunca.
  3. Entender las señales, más que sólo las palabras, incluso a pesar de ellas. A un verdadero amigo no necesitas llamarlo, aparece cuando siente que debe hacerlo. No solo te oye, escucha el sentido de lo que está sucediendo y entonces responde, a veces de maneras que nadie más entiende.
  4. Es tu sparring, tu principal crítico, tu más grande fan, tu porrista oficial y aguador. Está ahí en todas tus grandes batallas, pero no las pelea por ti. Se alegra como nadie cuando las ganas y te cura las heridas cuando las pierdes. Discretamente, sin hacer alarde de ello ni esperar recompensa.
  5. Nunca, ni en la peor de las situaciones, ni siquiera por cuidarse a sí mismo, usa lo que sabe de ti en tu contra. Y sobre todo, jamás te echa en cara lo que ha hecho por ti ni pide nada a cambio. Esos, los que un día están y al siguiente te pasan la factura, son muchas cosas, pero amigos no.
Al final, lo dicho. Llamamos fácilmente “amigo” a alguien, cuando tal vez es una relación ocasional, una agradable compañía, un cómplice de aventuras.

Y ¿a qué viene todo esto? Simple, a que no me cabía en el corazón el agradecimiento a esos AMIGOS que están, que tienen nombre y apellido, que no han juzgado pero no por eso han sido condescendientes, que cada día me recuerdan que esta montaña rusa vale la pena.

1 comentario:

Srita. Laura dijo...

Amigaaaa! La vida te pone y te quita a las personas en el momento adecuado. Hay gente que se queda para siempre y otros que se van al haber aportado algo, aún cuando creemos que no lo hicieron, muchas veces nos enseñan lo que no queremos. Hoy la vida juntó nuestros caminos y estoy muy agradecida por eso. Has aportado muchas cosas positivas a mi vida y espero que sea así por muuuucho tiempo.
Recuerda que no estás sola y que aquí tienes un hombro para apoyarte, unos brazos para abrazarte, oidos para escucharte, en pocas palabras unas alas para ayudarte a volar cuando las tuyas estén cansadas. TQ!